Estudiar becado por el deporte en Estados Unidos

Me quedo corta al intentar explicar lo espectacular que es el sistema deportivo en Estados Unidos. Estudiar becado es de las mejores experiencias que puedes tener si eres deportista.

La vida en la universidad gira entorno a los deportes.

Ya sea futbol, baloncesto, tenis, voleibol, baseball, fútbol americano, golf; todos los días hay algún partido que hace que se reúna toda la universidad para ver competencias del más alto nivel.

Esto lo digo por experiencia, ya que tuve la fortuna de estudiar becada en Estados Unidos por jugar al tenis.

Mis primeros dos años de carrera universitaria los realicé en South Carolina y mis últimos dos en Iowa.

Si quieres saber ¿Cómo conseguir una beca deportiva en Estados Unidos? lee aquí.

En mi día a día estudiaba, entrenaba, competía y tenia un equipo multicultural conformado por jugadores internacionales con quienes aprendías y te exigían continuamente. Más de 12 nacionalidades conformaban nuestro equipo.

En mis dos primeros años de universidad, jugando para South Carolina State, quedamos campeones de nuestra conferencia lo que nos permitió competir en los Torneos Nacionales de la NCAA Div I o los conocidos ´Nationals´.

 

Las conferencias son pequeñas divisiones que se organizan para competir con universidades ubicadas relativamente cerca las unas de las otras o que cumplen con ciertas similitudes. Luego de competir a lo largo de la temporada, se disputa un torneo final para definir quién es el campeón de la conferencia. Este campeón irá al conocido Nationals, donde enfrentará a los respectivos campeones de cada conferencia.

Universidades reconocidas como Duke, Standford, UCLA, LSU, Texas A&M año tras años suelen disputar los Nationals  y coronarse campeones a nivel nacional.

En mi primer año -temporada 2008/2009-  enfrentamos a University of Florida y el segundo año -temporada 2009/2010- a  University of Georgia en sus respectivas instalaciones.

Sin embargo, llegar a competir en los Nationals, no era tarea fácil. Todavía recuerdo que la parte más difícil era levantarse a hacer físico a las seis de la mañana en pleno invierno. La verdad lo odiaba. Pero nada te forja más el carácter que eso.

También, intentar compaginar tu vida deportiva con la académica era un reto. Entre clases, trabajos, entrenamientos, viajes y tus responsabilidades viviendo sola.

Mi vida era la siguiente: de 6 am a 7 am hacia físico, clases de 9 a 2 pm, de 2 pm a 4 pm trabajaba, de 4 pm a 6 pm entrenaba, de 6 pm-8 pm cocinaba, de 8 pm hasta que fuera necesario hacía trabajos de la universidad y los fines de semana viajábamos a competir contra otras universidades.

Nuestra temporada se desarrollaba en el Spring, entre los meses de enero y mayo. Se entrena y compite muy fuerte con el objetivo de ganar la conferencia y ocupar un espacio en los  los Nationals. Y que decir de la experiencia en sí misma, es muy emocionante y también muy intimidante.

La mejor parte de esta experiencia era poder compartir toda una semana con tus compañeros de equipo, mientras te hospedas en los mejores hoteles, te invitan a cenas de integración y compites contra las mejores universidades a nivel nacional. La otra parte que se espera de ti es que destaques, manejes los nervios y sobre todo, ¡que ganes!

Luego de dos años de la más alta competencia y, dado a que la universidades estaba experimentando algunos recortes en presupuestos para las becas, decidí cambiar de universidad, para enfocarme más en los estudios.

Esta decisión me llevó a tomar una nueva oferta para estudiar y jugar para Graceland University en Iowa.

Este cambio me permitió compaginar muchísimo mejor los estudios, el deporte y la vida en general. Era una universidad más pequeña y mucho mejor a nivel académico.

Estando en Iowa, experimenté los famosos blizzard, los cuales son tormentas de nieve con mucho viento y frío. ¡Llegué a vivir lo que era estar a -30 grados de temperatura!

Aunque los inviernos en mi nueva universidad eran fríos, llenos de nieve y largos; el pueblo donde estaba ubicado era pequeño, lo que lo hacía encantador y lo que permitía establecer amistades más cercanas.

Si bien vivir en un pueblo muy pequeño de apenas mil habitantes no ofrece muchas actividades para hacer, esta misma dinámica permite compartir muchas más cosas con tus amigos. Se dedicaba más tiempo a construir amistades duraderas y profundas.

Los mejores planes era reunirnos a cocinar en una casa, inventarnos infinidad de juegos, ver películas y series de Netflix, hacer barbacoas, salir de fiesta o simplemente pasar el tiempo hablando.

Sin lugar a dudas han sido los mejores años de mi vida.

Jugando para Graceland University también tuve momentos muy emocionantes a nivel deportivo. Para mi último año, como equipo, logramos llegar a semifinales de conferencia y de manera individual, quedé campeona de la conferencia.

Sí, en ese aquel 2012, lograba uno de mis más grandes sueños: coronarme campeona de la conferencia. 

Tati Champ Conferencia

Esto me permitió ir a pelear los Nationals en Alabama, donde solo ocho jugadoras – campeonas de cada conferencia- lo disputaban.

Si bien los logros deportivos sumaban para tu vida, el hecho de estudiar fuera de tu país, es de las experiencias más enriquecedoras. No solo te vuelves más fuerte por el hecho de salir de tu zona de confort, te vuelve muy responsable, ya que no estará mamá ni papá pendientes de ti para levantarte, para saber si ya comiste, si hiciste la tarea, si te gastaste tu mesada.

Estás tú por tu cuenta.

La libertad e independencia conllevan una gran responsabilidad, pero también te prepara para lograr lo que quieras para tu vida.

Jamás acabaré de admirar todas las bondades que ofrece el deporte, cualquiera que sea: la disciplina, la fortaleza mental, la perseverancia, la tolerancia a la frustración, la auto superación, el trabajo en equipo, ganar, perder, caerte y levantarte.

Es un continuo crecimiento personal.

Y aunque era un ritmo de vida agitado, exigente y agotador; si me dieran a elegir, lo volvería a escoger una y otra vez.

Grandes amigos de todas partes del mundo hice allí, como no, si convives con ellos 24/7. Entrenabas, estudiabas, trabajabas, cocinabas, comías, bailabas, viajabas con ellos. Amigos que, por fortuna, ahora están regados por el mundo, lo cual ha significado tener muchas casas a donde llegar en diferentes países 🙂

Es una oportunidad que si se tiene, no se debe desaprovechar. Haber competido al más alto nivel y estudiado allí cambió mi vida, sin dudas han sido los mejores años.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *